El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, condenó el asesinato de los 13 policías estatales, quienes fueron emboscados por un grupo armado y afirmó no quedará impune.
Pidió a la Federación atraer la investigación, por tratase de delincuencia organizada.
Por su parte, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos solicitó a las autoridades otorgar medidas de protección a familiares de las víctimas y castigar a los responsables conforme a derecho.